Puede ocurrir cuando estamos utilizando Outlook, como con cualquier otro programa, que, por alguna razón, le demos doble clic sobre el programa que tenemos en nuestro escritorio o buscándolo desde la barra de tareas y no abra. La razón más común por la cual puede ocurrir esto es cuando el programa no se cerró correctamente la última vez que lo estábamos utilizando. Por eso, vamos a revisar como podemos hacer cuando ocurra esto sin tener que reiniciar nuestra computadora.
La manera más sencilla de solucionar este problema es primero abriendo el administrador de tareas. Esto lo podemos hacer de dos formas. Una de ellas sería haciendo clic derecho sobre el ícono de Windows que aparece en la barra de tareas y buscaremos la opción que diga “Administrador de Tareas” o “Task Manager”, esto si utilizamos Windows 11. En Windows 10 se desplegan estas opciones haciendo clic derecho en cualquier parte vacía de la barra de tareas.
Una vez lo tengamos abierto, veremos la siguiente ventana donde daremos clic en el botón de más detalles para ver todas las tareas que está realizando nuestra computadora.
Viendo todas las aplicaciones, buscaremos la aplicación de Outlook. Generalmente cuando ocurre este problema, lo encontraremos en la lista de “Procesos en segundo plano” y el ícono tendrá un color gris. Cuando lo hayamos encontrado, daremos clic sobre él y luego utilizaremos el botón de finalizar tareas.
Luego de hacer esto, habremos cerrado el proceso de Outlook que nos impedía abrirlo y podremos entrar nuevamente al programa.
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